Los repuestos o recambios son piezas destinadas a sustituir a otras semejantes.
Estas suelen agruparse contablemente en dos categorías:
- Repuestos genéricos.
- Repuestos específicos.
El tratamiento contable es diferente en función de si son repuestos genéricos o específicos.
Los repuestos considerados genéricos se caracterizan por que pueden aplicarse a varios activos y contablemente se tratan como existencias.
En cambio, los repuestos específicos incrementan el valor de los activos principales a lo que se aplican de forma exclusiva y se amortizan con el mismo criterio que el activo principal.
Caso práctico repuestos o recambios
Con el siguiente ejemplo vas a ver mejor como se registra en contabilidad los repuestos genéricos.
Una empresa, que al inicio del ejercicio económico no tiene registrado entre su activo «repuestos genéricos», adquiere al contado a principios de año una partida por importe de 5.520€. Al finalizar el ejercicio, realiza un inventario físico de sus repuestos y determina que las existencias finales de repuestos genéricos es de 980€.
Por el registro de la compra de los repuestos genéricos
Por la regulación al cierre del ejercicio de los repuestos genéricos
Con este otro ejemplo vas a ver como se registra contablemente los repuestos específicos.
Una empresa adquiere a principio de año unas instalaciones a un precio de adquisición de 42.500€. Para que funcionen correctamente necesitan recambios exclusivos que deben renovarse cada cierto tiempo. La empresa adquiere recambios para estas instalaciones por importe de 2.500€. Se estima que la vida útil de las instalaciones es de 10 años y se amortiza linealmente sin valor residual estimado.
Por la compra de las instalaciones
Por el registro de la adquisición de los recambios específicos
A final del año, por la amortización
El cálculo de la amortización es: (42.500€ + 2.500€) / 10 años = 4.500€