El principio de devengo es uno de los principios contables fundamentales que rige la contabilidad y que están recogidos en el Marco Conceptual de la contabilidad.
Este principio es importante porque permite reflejar la realidad económica de una empresa de forma precisa.
¿Qué es el principio de devengo?
El principio de devengo establece que los hechos económicos se deben registrar en la cuenta en el momento en que ocurren, y no cuando se pagan o se cobran.
En otras palabras, los gastos se registran cuando se adquieren los compromisos de pago, y los ingresos cuando se produce el derecho a su cobro.
Ejemplo del principio de devengo
Una empresa que se dedica a la fabricación de detergentes, contrata los servicios de una cadena de televisión para emitir una serie de anuncios, con los que pretender dar a conocer su nuevo producto. La campaña comenzará a emitirse el 1 de noviembre del año 1, los anuncios aparecerán en distintas franjas horarias y con una periodicidad idéntica, durante los meses de noviembre, diciembre y enero.
El contrato ha sido firmado el 10 de octubre del año 1 en las oficinas de la cadena y el precio acordado ha ascendido a 360.000€.
El fabricante de los detergentes pagará 200.000€ a la cadena de televisión en el momento de formalizar el contrato, 90.000€ más al inicio de la campaña, y el resto, hasta llegar a los 360.000€, al finalizar las emisiones.
a) Consecuencias de la operación desde el punto de vista del fabricante
Si pensamos en el fabricante de detergentes, podemos ver que el contrato de los anuncios, le va a ocasionar una serie de pagos y de gastos que repartirá entre dos ejercicios. Por ese motivo, vamos a entender primero de qué modo quedarán reflejadas las partidas en sus estados financieros.
Vamos a identificar primero los pagos que espera realizar el fabricante:
Estas salidas de tesorería se verán reflejadas, al final de cada año, en su estado de flujos de efectivo.
Para el fabricante, la distribución temporal de los gastos estará determinada por la emisión de los anuncios. La emisión se prolongará, de manera continuada, durante los meses de noviembre y diciembre del año 1, y el mes de enero del año 2.
Si tenemos en cuenta que la emisión de los anuncios tendrá lugar de manera continua y que las emisiones se extenderán durante un periodo de tres meses, podemos concluir que, a la cuenta de resultados del año 1, le corresponderán 2/3 del gasto total (noviembre y diciembre), y a la cuenta de resultados del año 2 el 1/3 restante (enero). Por este motivo, la imputación de los gastos sucederá del siguiente modo:
b) Consecuencias de la operación desde el punto de vista de la cadena
En el caso de la cadena de televisión, nos conviene distinguir entre ingresos y cobros. Para esta empresa, los cobros se distribuirán del siguiente modo:
Como es evidente, la determinación de los cobros es igual a la que hacíamos antes para el fabricante de detergente. Estas entradas de tesorería se verán reflejadas, para cada ejercicio, en el estado de flujos de efectivo de la cadena.
Para la cadena de televisión, la distribución temporal de los ingresos estará también determinada por la emisión de los anuncios. De manera similar a lo que argumentábamos para el fabricante, el hecho económico (la emisión de los anuncios) abarcará desde el mes de noviembre del año 1 hasta el mes de enero del año 2.
Podemos afirmar, entonces, que la imputación de los ingresos a la cuenta de resultados de la cadena sucederá del siguiente modo:
Como podemos ver en el ejemplo, el valor de los gastos imputados cada año por el fabricante de detergentes a su cuenta de pérdidas y ganancias (240.000€ en el año 1, y 120.000€ en el año 2) coincide con el valor de los ingresos imputados durante cada ejercicio por la cadena de televisión. Es importante advertir esta correspondencia para entender que:
- El principio de devengo establece el mismo criterio para imputar temporalmente los ingresos y gastos realizados por una empresa, y
- este criterio de imputación temporal no se relaciona con el momento en que la empresa realice el cobro o el pago de dinero.
